Alberto Granados Orcero
Parece que eso es lo que opinan los administradores de la página veb www.electoralmente.com
Nunca nos cansaremos de repetir que las encuestas solo sirven para detectar tendencias, e incluso ello con muchas precauciones. La tendencia de la mayoría de los sondeos publicados últimamente apunta a una gran caída de PP y PSOE, y a una tendencia ascendente de los grupos situados a la izquierda del PSOE, y de UPD,
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No obstante, todas las encuestas coinciden también en el dato de que los votos perdidos por PSOE y PP solo en una medida muy pequeña van a parar a las formaciones emergentes. Los grandes beneficiados son la abstención, el voto nulo, el voto blanco... El análisis que realizan en esta página, relativo al ámbito concreto del ayuntamiento de Segovia, es bastante acertado, y puede aplicarse sin muchas variaciones para otros ámbitos.
Los resultados de las últimas encuestas referentes a Aragón apuntaban al mismo fenómeno: IU y CHA suben, pero no pueden aspirar a recoger los votos perdidos por los demás partidos, que se pueden perder en la abstención.
¿Y qué conclusiones podemos sacar de estas tendencias? Pues, a mi juicio, cuatro:
1.-Que el PP rescatará de la abstención a parte de sus votantes, pero, por supuesto, es absurdo intentar a fecha de hoy cuantificar cuántos.
2.-Que el PSOE, partido con una gran capacidad de recuperación política, también podrá rescatar a algunos de sus votantes, sobre todo si no existen otras alternativas ilusionantes.
3.-Que el elemento clave de los próximos comicios será el comprobar si los partidos a la izquierda del PSOE consiguen ilusionar a sus votantes, ofreciendo nuevas siglas y, quizá, nuevas caras. Las siglas actuales están, en gran parte, amortizadas. De no crearse instrumentos políticos mucho más poderosos e ilusionantes, los partidos actuales situados a la izquierda del PSOE subirán, qué duda cabe, pero no lo suficiente como influir determinantemente en las instituciones.
4.-Que pueden emerger opciones demagógicas o, incluso, peligrosas. Temo que el actual descrédito de la política, el desencanto, la falta de perspectivas, puedan crear un caldo de cultivo para opciones xenófobas y ultraderechistas.
Es muy difícil que las tendencias de voto cambien en un corto periodo de tiempo; la desafección por los partidos es general, en todos ellos. Pero al final, la gente que vota termina votando a la expresión política que cree que representa más eficazmente su ideología que suele ser el que le da mayor garantía de que su voto no se pierda o favorezca a la derecha dura.El votante de izquierda actual, aunque sea crítico, es muy posibilista.
ResponderEliminarPensar que va a surgir una nueva opción electoral fuerte por la izquierda es muy romántica pero ilusa; lo mismo el temer que surja por la derecha, Si eso fuera así las movilizaciones en la calle serían mayores y más radicalizadas, y la gente tiene un comportamiento crítico pero conservador y pacífico (esto último afortunadamente, porque no creo que la violencia sea positiva). Eso no quita para intentar conformar un espacio sociopolítico y electoral a la izquierda del PSOE. Pero eso cuesta tiempo, la impaciencia es mala consejera y el electoralismo de quienes quieren ser alternativa al sistema existente, también. Además sabemos que la izquierda está muy atomizada y sectarizada; muy en decadencia si somos sinceros con nosotros mismos. Eso no se superará a corto plazo. Si es que se supera.