lunes, 24 de marzo de 2014

¿HEMOS PERDIDO EL TREN DE LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA?

Se acercan las elecciones europeas y todo parece indicar que van a existir varias candidaturas que competirán por el voto "indignado". Si nadie pone remedio, IU, "Podemos", y Equo-Chunta Aragonesista van a concurrir por separado

Los grupos de ciudadanos que luchamos por una confluencia electoral -y junto a CIUDADAN@S POR LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA de Teruel tenemos que mencionar destacadamente a grupos como Ateneo de Zaragoza y C+3 de Huesca- no hemos perdido la esperanza de que la unidad se consiga y vamos a seguir presionando a las fuerzas políticas para conseguir, básicamente, dos objetivos: 1.-Que los partidos situados a la izquierda del PSOE confluyan en una única candidatura electoral. 2.-Que asimismo esos partidos arbitren mecanismos imaginativos para que en la elaboración de programas y en la confección de candidaturas puedan participar personas que no están afiliados a ningún partido político. En resumen, que se produzca una auténtica confluencia social, una confluencia de los ciudadanos.

Lo que pedimos es que, entre todos, podamos crear ilusión. Y la realidad es que no detectamos, por parte de las direcciones de esos partidos, mucho entusiasmo para conseguir la confluencia. En los últimos días hemos asistido a diversas modalidades del deporte político de "echar balones fuera". Todos los partidos tienen muy claro lo que tienen que hacer los demás para conseguir la unión. Pero el esfuerzo propio no aparece por ningún lado.

No valen los escapismos a los cuales estamos ya acostumbrados. No valen argumentos como el de "lo importante es confluir en la calle y no en las cúpulas". No vale perderse en debates cuasilingüísticos sobre si lo importante es la unión o la unidad. No vale refugiarse en la autocomplacencia de lo bien que han funcionado cada uno los partidos por separado. Ni tampoco en las relativamente buenas perspectivas que dibujan las encuestas.

La unidad -o unión o como queramos llamarle- de la izquierda no es una opción más: es la única posibilidad de pararle los pies a la derecha depredadora y trabucaire. Si las candidaturas de izquierda van separadas, la ilusión de los ciudadanos se disipará y el voto se dispersará, se perderá en restos electorales, irá a parar al capazo del "voto útil", o a la abstención y al voto nulo y blanco.

Lo que los partidos de la izquierda tenían que haber hecho hace ya mucho tiempo es sentarse para poner las bases de un "programa de mínimos", un programa que podría centrarse en 1) Medidas para la regeneración y la dignificación de la vida política. 2) Medidas para posibilitar que los ciudadanos puedan participar más directamente en la vida política del país, y controlar a sus representantes. 3) Medidas para una nueva política fiscal, económica, social y laboral.

Manifestación Marchas de la Dignidad 22M  Madrid  Foto: Jorge Tabuenca
Llegar a estos consensos no les tendría que resultar tan difícil a los dirigentes de los partidos, dado que llevan años pidiendo a sus afiliados y a los ciudadanos que se movilicen una y otra vez para defenderlos en la calle. ¿Es mucho pedir que nos sentemos todos para hablar de lo que nos une y no de lo que nos separa? Nadie tiene que tener miedo a una posible absorción: llegar a acuerdos no supone perder la personalidad propia de cada organización. ¿Es que tienen miedo de contaminarse de las ideas de los demás?


Alguien dijo que el capitalismo es un tigre de papel. Pero ese tigre muerde. Muerde y come mucho. Algunos en el campo de la izquierda política, para luchar contra ese tigre, se resignan a dar de comer a 4 ó 5 gatitos juguetones...

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